Después de mucho tiempo, voy a escribir una crónica de la salida de hoy, sábado 22 de enero.
Es increíble como puede cambiar tanto la climatología de un sábado a otro , si el sábado pasado todos hablábamos de la bonanza del día y el magnifico clima que habíamos disfrutado ¡en enero!, hoy las palabras bien serían las antónimas .
Que el día se presentaba desapacible ya la sabíamos, pero cuando lo has sufrido aciertas a comprender su verdadera dimensión. Ha sido un día gris, ventoso y frío, que ha hecho dura nuestra voluntaria cita con la bici y la carretera, en nuestro caso .
Como salí temprano me dirigí al encuentro de los compañeros, pero como no lo era tanto, me los encontré ya en la Cala, venía más gente de la que esperaba : Andrés (Dumita), Antonio, David (gypateus), Fernando (Pelicanor), Jesús (orca), José (Pasoslargos), Toni (Apache) y otro compañero, que se había agregado en Antonio Martín, y resultaba que conocía, Francis Bandera, un gran profesional de la chapa y pintura. A ellos me uní y afrontamos nuestra ida.
A Torre del Mar, bien prietos, y sin muchos alardes, que el levante se encargaba de poner en su sitio a aquél que osara a enseñar la jeta y eso que era temprano y aún no soplaba muy fuerte. Además estábamos esperando a Pepe (pascual), que había avisado que venía detrás.
En Torre del Mar se despidió Fernando y como Pepe no llegaba, decidimos esperar, a resguardo del aire, y cuando llegó nos contó que venía con los ferroviarios y que, por una llamada salvadora de Pasos, se había salido del grupo y por los pelos evitado una montonera que ha tenido este grupo. Desde aquí mandar un mensaje de ánimo a los compañeros y esperar que no haya sido nada de importancia.
Subimos a Vélez y al Trapiche, donde uno tras otro fue cayendo del guindo , decidiendo que no estaba el día para hacer la circunvalación a la Axarquía y era mejor subir a Cútar y buscar el regreso por la costa, empujados por ese aire que dejábamos atrás.
El tramo a Benamargosa con sus toboganes ha sido bien fácil hoy, pues el viento nos empujaba y afrontamos la subida al alto de Cútar, cada cual a su ritmo, yo ya sabéis no queriendo pasar del 85% de mi fcm, así que conteniendo e intentando no subir de 157/158 pulsaciones, lo cual he conseguido .
En el alto parada de reagrupamiento, aliviamiento de vejigas, reposición de líquidos, etc y morirnos de frío allí parados esperando a los que quedaban . Toni llegó tocado, con unas molestias intestinales y Jose nos informó que Antonio y Pepe no habían subido. Estábamos ya casi decididos a bajar a El Borge y esperar allí calentitos en algún bar, cuando llegó Francis diciendo que David tenía un problema con la rueda y su bomba no le hinchaba, así que en vez de mandar a un voluntario a bajar y subir , decidimos cambiar la vuelta y buscar Vélez por el mismo sitio y así ayudar al compañero.
Salvado el nuevo contratiempo, bajamos a Benamargosa, con más frío que perros chicos y nos calentamos las tripas con unos cafelitos en un bar, ¡que conste en acta que hoy he parado!
Volver a Vélez ha sido afrontar el viento de cara y un debate para mi, sabía que Toni debía ir chungo, porque se ha quedado atrás pero Francis iba pegado de hora y quería salir de allí y no conocía la zona. Así que nos hemos tenido que encargar de sacarlo de Vélez-Málaga y Torre del Mar y enfilarlo en la costa. Aquí nos despedimos y esperamos al resto grupo, que venía más minorado, pues a Toni lo habían recogido en vehículo, ¡siento, no haberte podido ayudar compañero!, pero ibas bien resguardado y otro compañero también necesitaba ayuda para salir de allí.
El resto el disfrute del día: un regreso de marcha triunfal sin pasar de rango de intensidad aeróbica, 152/154 pulsaciones, hemos vuelto a 47/48 km/h y hemos llegado a ver los 52 km/h, ¡una pasada!, de haber apretado a tope estoy convencido que hubiéramos alcanzado los 60 km/h, pero también era un riesgo, porque un bandazo mal dado y ….
En la Cala nos hemos despedido de Jose y en el Candado del resto. Y como llevaba poco tiempo de pedaleo, menos de 4 horas, me he dirigido, de solano, a cumplir con el segundo puerto: Olías, que he subido al mismo ritmo, sin pasar de 157/158 pulsaciones, y he disfrutado la bajada a Totalán y la Cala: muy recomendable, el asfalto ha quedado algo rugoso, pero un lujo para como estaba y la zona ahora está preciosa, con el campo verde y los almendros mezclados, unos blancos y otros lila claro.
Ya sólo me quedaba afrontar un poquito más de levante desde La Cala a casa y con muy poco combustible ya
Lo dicho un día insufrible y una compañía, como siempre, de lujo, el cachondeo está asegurado el buen rato que hemos pasado hinchando esa cámara . ¡Ah! y un placer conocer otros compañeros. Esperando la próxima …
A las 9,30, para que más tempreno, había quedado con Toni para dar un pedaleo por ahí, sin rumbo fijo, y puntual a la cita apareció con una grata compañía, Pelicanor, (Fernando) que iba en nuestra dirección pero con destino Torre del Mar.
Después de la parada técnica/avituallamiento, proseguimos la ruta a buen ritmo hasta Benamocarra, donde a partir de allí solo puedo contar mi historia, ya que a Toni lo veía de lejos, no era mi mejor día, no respiraba nada bien y me dolian las "patas" más de la cuenta, lo que si es seguro es que Toni ya está curado, no os creais nada si os dice que esta convaleciente, es todo cuento, de verdad.
